viernes, 16 de julio de 2010


HISTORIA DE LA VIRGEN DE COPACABANA

En el pueblo de Copacabana, sus habitantes vivían divididos en dos grupos, los Anansayas y los Urinsayas. A pesar de haber recibido la fe cristiana, vivían apegados a su religión primigenia. Las malas cosechas y otras desventuras los obligaron a pensar en atraerse los favores del cielo y resolvieron los Anansayas erigir una cofradía y ponerla bajo la advocación de la Virgen de la Candelaria. Se opusieron los Urinsayas alegando que ellos tenían pensado dedicarla a San Sebastián, pero al final no se hizo nada.

Estatua del escultor Titu Yupanki.
Un hombre llamado
Francisco Tito Yupanqui, descendiente del inca Huayna Cápac, no abandonó la idea y concibió el proyecto de labrar una imagen de la Vírgen pensando que una vez hecha y trasladada al pueblo sería más fácil establecer la cofradía propuesta. Este escultor aficionado, ayudado por su hermano Felipe, trabajó la imagen de la Vírgen en arcilla, de una vara de alto, por los resultados, esta imagen debió representar la buena voluntad alejada de las gracias naturales de María. Fue colocada a un lado del altar por el Padre Antonio de Almedia, que hacía de párroco. Al dejar Copacabana don Antonio, se hizo cargo de Copacabana el predicador bachiller don Antonio Montoro, quien al ver esa imagen desgarbada, tosca y sin proporciones, mandó sacarla del altar y llevarla con el desaire a un rincón de la sacristía.
Humillado Francisco Tito por este contratiempo y aconsejado por los suyos, marchó a
Potosí, que contaba con destacados maestros en escultura de imágenes sagradas. Llegó a adquirir en el taller del Maestro Diego Ortiz, cierto dominio en la escultura y en la preparación de la madera. Con esos conocimientos se resolvió trabajar la imagen definitiva de la Candelaria. Buscó por todas las iglesias de Potosí una imagen de la Virgen que pudiera servirle de modelo, encontrando en el Convento de Santo Domingo a la Virgen del Rosario. Se fijó en ella con suma atención para grabarla en su mente y antes de comenzar su trabajo, hizo celebrar una misa en honor de la Santísima Trinidad, para obtener sobre su obra la bendición divina.
Los Urinsayas admitieron fundar la cofradía, pero no aceptaron la efigie labrada por Yupanqui, po lo que éste empezó a buscar comprador. En
La Paz, la imagen llegó a manos del cura de Copacabana quien decidió llevar la imagen al pueblo. El 2 de febrero de 1583, la imagen de María, llegó a los cerros de Guacuyo, lo que hace de este santuario mariano uno de los más antiguos de las Américas, junto a los de Guadalupe en México y Cocharcas en Perú. Todo el pueblo salió gozoso a recibirla y con gran alegría la condujeron a la Iglesia donde se celebró una misa en su honor.

ANIVERSARIO XVI - 2009





Participación de la Policia Canina










Festival de Danzas








Exposición de su material de trabajo










Exposición de trabajos elaborados por las estudiantes







Exposición y demostración del trabajo elaborado